Situado cerca de la conocida calle Alonso Martínez encontramos el motivo de nuestro post de hoy, el restaurante Sunne. El Gastro Bar Sunne es un espacio de comida fusión, una apuesta atrevida y atractiva que va a pisar fuerte entre los foodies de la capital.
A los más curiosos, que se pregunten el por qué del nombre, les damos la respuesta: su nombre está asociado a una pequeña localidad de Suecia cuyos valores de tranquilidad y hospitalidad comparte con el propio restaurante.
Tomando la plaza de Santa Barbara en dirección Gran Vía llegamos a la calle Santa Teresa, una calle estrechita en la que podemos encontrar el resturante Sunne. La entrada da paso al recibidor del restaurante donde podemos encontrar un par de mesas y una pequeña barra en la que nos dan la bienvenida para acceder al comedor. Dos saloncitos de un tamaño no muy grande que dan una sensación única al comensal: cercanía y showcooking a la vista.
El restaurante cuenta con su particular cueva: Un lugar tranquilo y privado donde poder disfrutar de las mejores compañías en un ambiente único y exclusivo.
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Si hay algo que llama la atención de los comensales en primera instancia no puede ser otra cosa que el concepto del restaurante, su salón con vista directa a una cocina abierta, en la que su Chef Paulino Bernabé, en una búsqueda de la innovación, la creatividad y el dinamismo en su cocina, termina el emplatado frente a sus comensales. Este concepto provoca dos sensaciones: una seguridad en la calidad de los productos que están a la vista y la magia de poder ver cómo elaboran la presentación de sus platos a ton solo unos metros.
Sunne presenta un ambiente muy acogedor y familiar. En primer lugar por el tamaño del local que lo hace íntimo y en segundo lugar por la cercanía de las personas que forman parte del equipo del restaurante. El trato es muy cercano, atento y orientado a que el comensal disfrute de la oferta gastronómica y visual que ofrecen.
Algo destacable y que seguro pondrá muy feliz a aquellos que tienen mascotas y que quieren que les acompañen en esta apuesta gastronómica están de suerte, porque el restaurante permite la entrada de animales.
Madera de cedro natural y tonos oscuros predominan en su decoración, junto con plantas que aportan calidez al restaurante. Una decoración sencilla que intenta potenciar lo importante, su concepto y su cocina, un concepto íntimo y hogareño. Un restaurante ideal para una cena romántica en pareja, algo íntimo, aunque también puede ser un buen plan para comer con amigos.
La oferta gastronómica de Sunne está basada en una cocina fusión, una cocina creativa con influencias orientales, caracterizada por la innovación, busca unir lo mejor de la cocina asiática y española. Su secreto la búsqueda constante de nuevos platos, sorprender al comensal y el uso de una buena materia prima.
Sunne cuenta con una carta no muy extensa pero muy interesante en la que además de la calidad de sus platos cabe mencionar su apuesta por los celiacos, todos sus platos son aptos para las personas intolerantes al gluten. Sus platos, pensados para compartir, cuentan con una relación calidad-precio más que interesante, un reclamo para el comensal, una posibilidad de vivir una experiencia culinaria de altura a un precio más que razonable.
Restaurante Sunne: sus platos uno a uno
Empezamos con un aperitivo de pan de hogaza y aceite.
El primer plato de los entranes, un ceviche de dorada al maracuyá y coronado con unas huevas. Muy buena la potencia de sabor, nos sorprendió la Dorada, fuera de lo más tradicional que suele ser la corvina.
Delicioso ramen de pescado y marisco. Un sabor bastante potente a pescado, muy bueno. Servido con pasta y setas.
Maridaje: En esta ocasión para acompañar nuestro menú nos decantamos por un clásico: Protos.
Cerramos nuestros entrantes con unos callos asados. Un plato sorprendente que no esperábamos degustar en el menú, con toque picantón, te incitaba a repetir una cucharada tras otra. Hemos de decidir que estaban muy ricos.
Vamos al principal de pescado, pez mantequilla con crudités de verdura escabechada. Destacar la textura y el sabor del mantequilla marcado a la plancha, lo habíamos probado siempre en nigiris pero nos sorprendió su sabor y cremosidad cocinado.
Finalizamos los principales con una terrina con salsa dulce sobre una cama de crema de calabaza. Un bocado perfecto para pasar al postre.
Por último, nuestro plato dulce: helado de mango, bizcocho de chocolate blanco y mousse de maracuyá, coronado con violeta.
¿Qué te parece el restaurante?¿Has tenido la oportunidad de acudir?¿Quieres recomendarnos otros restaurantes de cocina creativa? ¡Esperamos tus opiniones!
Ficha
916225915 | C/ Santa Teresa 2, 28004, Madrid | ||
M -S:
13:00 – 15:30 20:00 – 23:00 |
www.sunne.es/ | ||
Entre 25 y 45 € | Cocina Asiática | ||
Reserva Online: Sí Take Away: No Menu para grupos: No Descuentos: No Aparcacoches: No Terraza: No |